lunes, 29 de abril de 2013

Mejor que un gato, ¡dos gatos!

En esta ocasión, Persia es la colaboradora invitada. Ella es una de mis mejores amigas, su pelaje negro es muy brillante y siempre me comparte un maullido de cariño. Pero, para qué les cuento más, mejor lean su historia.

Por Persia






Persia

Soy Persia y soy negra, flaca y gritona.





El panzón que ahora se encarga de cuidarme y darme de comer, un día mandó un 'meil' a la señora que me había recogido. Así llegué a su casa, acompañada de mi hermanito Mozart. Mozart era negro como yo y me quería muchísimo, pero cuando teníamos como 4 años, un par de perros buenos para nada lo atraparon y no lo he vuelto a ver. Decirles cuánto sufrí los primeros días sin él, aún me parte el corazón; así que no lo haré.

Lo que les puedo contar es lo que pasó después. El panzón estaba triste también, triste por Moz y triste por mí. Sus amigos estaban tristes por él y como son muy buenos amigos, se pusieron a buscar otro felino, que si no ocupara el sitio de Moz, al menos me acompañara. Sin duda algunos de ustedes han estado en situaciones parecidas... espero que no hayan sufrido una pérdida como la mía. Más bien me refiero a la necesidad o al deseo de tener a otro u otros felinos en casa.

Por ejemplo, Moz y yo recibimos a un pequeño gris que el panzón encontró en la calle y eso estuvo bien. Yo era pequeña también y me enamoré de él, pero después nos llevaron a vivir a otra casa en donde había otros 4 gatos y ellos no eran nada amables. De hecho, tuve muchos problemas con una de ellas. Así que, la perspectiva de recibir a un colega (aunque viviera sola) no era muy de mi agrado. ¿Quién será? ¿Cómo nos llevaremos? ¿Será amable?

Persia y Salario
El panzón trajo a una cachorrita llamada Salario. Salario era pequeñititititita cuando llegó y me robó el corazón. De inmediato la convertí en mi hija y ella me adoptó como su mami. Aún hoy, cuando ya es una gatita hecha y derecha, se acomoda en mi barriga y se chiquea. Yo la baño, la acicalo y la cuido; ella me regala con su cariño.

Así pues, la recomendación que les hago es que, cuando haya que juntar a dos felinos desconocidos, uno de ellos sea un cachorrito, al menos a mí me ha funcionado. Salario y yo le mandamos saludos y ronrroneos a Elvis y le agradecemos el chance de publicar en el blog. Seguro tendremos la oportunidad de platicarles algunas de nuestras aventuras.

Salario y yo, Persia

8 comentarios:

  1. Muchos abrazos y muchos besos :) para tan lindas nenas.

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    1. Gema, Muchas gracias, le compartiré "al panzón" tus saludos.

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  2. Qué linda historia! :) Saludos a Persia y Salario!

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    1. Sushi, gustazo verte por estos lares. Yo le paso tus saludos a Persia y Salario. >^_^<

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    1. Querida Nenokia, gracias por tus comentarios. Sí, mis primas Persia y Salario son guapísimas. >^_^<

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  4. Qué adorable historia...arrumacos para tan amadas gatuelillas !!
    Edith

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    1. ¡Tita! Que alegría ver tus comentarios, arrumacos cariñosos para ti!

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